viernes, 19 de diciembre de 2008

Rose Close-up. El manifiesto Macro



Lo genial de las fotos en macro, es que casi cualquier cosa se magnifica de tal forma, que pierde la identidad con la que la reconocemos a simple vista. Una flor, un insecto, un remolino de agua... Tales sujetos, observados en la intimidad de unos pocos milímetros, nos muestran una cara distinta, unas dimensiones, formas y colores que nos parecen nuevos, porque no los asociaríamos a ese objeto observado a simple vista.

Observando este primerísimo plano del interior de una rosa, los pliegues, las sombras, forman una aparente bóveda gigantesca, desde la que casi podemos oír el eco de nuestras miradas curiosas. No parece una flor, no parece algo que cabría en la palma de tu mano, más bien una exótica entrada a una fantástica e inexplorada gruta.

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