Una de las obras más vistosas y "coherentes" con el espacio expositivo de los Patios fue esta obra de la artista chilena Magdalena Atria, titulada "El espejo de tinta".
Los patrones de motivos psicodélicos envolvían por completo el Patio, cubriendo puertas, tuberías o cualquier otro elemento de la vivienda que se cruzara en su recorrido.
La transición entre los tonos verde-azulados (oscuros) y los rojos-anaranjados (luminosos) sirven de interpretación de las zonas propias de luces y sombras del patio, como si la transición de colores hubiera sido establecida siguiendo la luz natural que entra en el Patio. De ahí que esta obra pueda servir de ejemplo de coherencia respecto al espacio en el que está expuesta: además de bella e interesante, encaja espacial y visualmente con el lugar en el que está expuesta.
Para entender mejor cómo esta obra aprovecha el espacio del Patio, en este Panorama HD se puede recorrer este patio de un extremo al otro. Se aprecia la lógica de como los tonos oscuros de la izquierda van tornándose más rojos y luminosos, y como al fondo por detrás de la escalera, vuelven a convertirse en tonos oscuros, como la sombra que forma la luz natural.
Desde cerca, los patrones de plastilina sobre tela tenían una asombrosa complejidad y armonía.
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