Ganso de la Calahorra (Guadalquivir) - Primer encuentro

Allá por noviembre de 2012, en la zona a nivel del río Guadalquivir que hay bajo la Torre de la Calahorra, podía verse un ganso de gran tamaño nadando junto a los demás patos que suele haber por allí.

La primera vez que tuve un "encuentro" con el ganso fue a finales de noviembre. Antes de las grandes crecidas que tuvo el Guadalquivir días después, el río llevaba muy poco caudal, e incluso se podía bajar y pasar por uno de los "ojos" del Puente Romano y pisar el propio lecho seco del río.

Este es el camino por donde se podía llegar al mismísimo lecho del río Guadalquivir bajo el Puente Romano:

Pasando por ese camino, podías literalmente ver la orilla del río como si de una pequeña playa se tratase:

Pasando por el ojo del puente que estaba completamente seco, se podía ver el río... a nivel del río!:

Hasta aquí todo muy bien: día soleado, vistas inéditas del río desde el propio río... Vamos, lo que se dice un paseo de domingo bien aprovechado:

Y allí estaban los patos y el ganso, nadando plácidamente en la pequeña balsa de agua que había en esa orilla del río. El ganso campaba por sus respectos, sacando ventaja de su gran tamaño (comparado con el resto de patos):

Todo iba bien, hasta que de pronto, mientras el ganso estaba aun en el agua, entré en su campo visual, y entonces se ve que se sintió amenazado (yo solo lo estaba grabando a 5 metros de distancia), y salio del agua dirigiéndose directamente hacia mi como diciendo "oye, lárgate de mi trozo de río, es mio!". En el vídeo se aprecia perfectamente:

Con el cuello estirado y cacareando, me iba avasallando para que me fuera o para que dejara de grabarle. Curiosamente, justo cuando me agachaba para poder grabarlo desde su misma altura, era justamente cuando se volvía a envalentonar e ir a por mi para echarme.

Así, durante un buen rato estuve jugando al gato y al ratón, ya que solo cuando yo me agachaba, es cuando iba a por mi y me obligaba a recolocarme para seguir grabándolo.

Y claro, debido a su tamaño y a su belleza, era difícil dejar de grabarlo.

 Tenia unas patas muy curiosas, como de goma (excelente adaptado al medio), y desde cerca se podía ver que su pico tenia como pequeños dientecillos, que no son tales, pero le daban un aspecto muy de "cara de pocos amigos":

Y a pesar de ser tan territorial con su pequeño trozo de río, se veía que le encantaba ser el centro de atención, ya que iba y venia para exhibirse ante su público:

¡Todo un espectáculo!
En una próxima entrada, comentaré mi segundo encuentro con el ganso, y cómo se ve que ya está muy acostumbrado al trato con humanos. Picoteaba a los curiosos que se acercaban confundiéndolos con comida, ¡y hasta se dejaba acariciar!

¿Habéis ido a esa zona? ¿Habéis visto al Ganso "en vivo"? Contadme cómo fue vuestra "primera vez" con el Ganso de la Calahorra ;-)

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